Redacción Guayaquilguayaquil@elcomercio.comEl invierno arremetió con fuerza la última semana en la Costa. Entre las vecinas provincias de Guayas y Los Ríos, al menos, once cantones fueron los más afectados por la creciente de varios afluentes.Muchos poblados, especialmente en el sector rural, son los más afectados. La riada provocó que se rompieran muros de contención y que se generen pérdidas, sobre todo, en cultivos.La situación se complicó el fin de semana, tras el fuerte aguacero que se presentó la tarde y noche del viernes pasado y que, en algunos lugares, se extendió hasta la madrugada del sábado.En Jujan (Guayas), los ríos Amarillo y Jujan anegaron a la población y recintos cercanos. Allí muchos agricultores quedaron desempleados porque se perdieron las cosechas tras la inundación.Gustavo Nivela empezó ayer a las 07:00 a levantar un puente de caña, para poder acceder a su vivienda en Las Lomas, en el sector urbano marginal. Desde la noche del sábado, el nivel de la inundación en el barrio se incrementó. En las partes más críticas de la periferia, el agua alcanzó los dos metros de alto. En el centro, el río está al tope del malecón y amenaza con volver a desbordarse, como sucedió hace una semana.Al otro lado del puente de Jujan, que sirve de límite con Los Ríos, en el cantón Babahoyo, en el barrio Nueva Palma, el nivel de las aguas subió hasta en tres metros, desde el último martes. La única forma de movilizarse es en canoas o en rústicas balsas, pues varios puentes de caña se perdieron en las correntadas.Luz María Valero, habitante del sector, prefiere permanecer en su casa. Desde allí, clama a las autoridades riosenses para que inicien de inmediato el relleno hidráulico ofrecido. Las máquinas y tuberías están allí, pero sin que los trabajos empiecen.Para los moradores, el relleno es importante pues por lo general viven rodeados de agua o lodo. Además les permitiría habilitar calles y no vivir bajo el agua.En Daule, en la parroquia Juan Bautista Aguirre, recintos como Alborada, Porvenir, Bapao y San Jerónimo sufrieron la inundación de vastas zonas agrícolas por la rotura de varios muros.Estas zonas son mayoritariamente arrozales cuya cosecha estaba a punto de recogerse.Salitre quedó virtualmente bajo el agua luego que el río del mismo nombre sobrepasó su nivel y se desbordó a lo largo de la ciudad. En la zona rural buscan sellar, con sacos de arena, dos brechas en el muro de contención, a la altura del recinto Santa Margarita, en la parroquia Vernaza.Allí, 21 pequeños agricultores perdieron 52 ha de arroz que estaban a punto de cosecharse. Un drama similar viven los habitantes del recinto Junquillal cuyas plantaciones, de arroz y maíz, quedaron bajo el agua.En Milagro, barrios periféricos como Margarita 1 y 2, Las Pozas, Las Palmas, San José, Bellavista vivieron, nuevamente, momentos dramáticos como los de la semana anterior. El desbordamiento del estero Belín y el río Chimbo afectó a unas 400 familias.En el sector de Puerto Inca (Naranjal), si bien el río Cañar no se ha desbordado, no deja de preocupar a los agricultores. Cruz León, cacaotero del recinto Trovador, pidió al Gobierno que aumente la altura del muro del margen derecho del estero Estrella.“La Secretaría de Riesgo elevó el margen izquierdo para proteger al pueblo. Pero los agricultores también somos personas y vivimos en este lado”, se quejó León.Ayer, el gobernador del Guayas, Roberto Cuero, recorrió los cuatro cantones más afectados.Mientras tanto, en la provincia de Los Ríos los mayores estragos los sufre el cantón Vinces. Su alcalde, Francisco León, insistió ante el Gobierno en la necesidad de ser declarados en emergencia. El río Vinces sobrepasó el nivel del malecón y se teme que el afluente aumente más su caudal.En la parroquia Antonio Sotomayor, la rotura de un muro de contención mantiene afectados a recintos como Bagatela, La Pampa, El Edén, La Pepa, La Americana. En este último, una casa se fue con la corriente y otras dos corren el mismo peligro. En Urdaneta, las parroquias Catarama y Ricaurte presentan aún agua en varias de sus calles. La creciente del río Catarama provocó, hace una semana, la inundación de todo el cantón.Esto ocasionó, además que sectores agrícolas como Castillo, Flor María, La Hojita y Santa Clara se inunden. Los pobladores colaboraron en la colocación de saquillos para proteger los muros.La delegación provincial del Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) en Los Ríos coordina la entrega de raciones alimenticias a 398 familias afectadas en Mocache, 343 en Baba, 633 en Urdaneta, 617 en Vinces, 385 en Montalvo, 174 en Palenque y 177 en Babahoyo.